miércoles, 5 de septiembre de 2012

El perro y su amo


En un pueblo pequeño y conocido
habitaba un señor de aspecto campesino
a quien todos conocían por su perro fino
además de ser bueno, le gustaba el vino
pero el perro, siempre a su lado, como un pino

Todos los días respondía su amo
católico, apostólico y romano
nombre que le dió por ser profano
tirado de borracho de antemano
el perro jamás lo abandonó de plano

Juró fidelidad el perro al dueño
nunca lo dejó y parecía un sueño
que el perro se durmiera con su dueño
dura prueba del perro con su empeño
a pesar que le causaba ensueño

Pero una vez, el perro amaneció un día
desconsolado, triste y sin alegría
su amo muerto, ahora descansaría
al panteón por embriaguez se tornaría
abandonado el perro, que sucedería.

Se preguntaban todos !que ha pasado!
sorpresa de la gente fue avisado
que echado sobre la tumba del finado
el perro no dejó a su dueño amado
hasta morir el perro, dió fin el entramado

Autor. Enrique García Jiménez

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