Respuesta: Yo celebraré, señora, que, si los documentos que usted trae, y que no quiero ni puedo examinar, son tan eficaces como dice, logre entrar en posesión de lo que le pertenece,, pues sería una gloria para los tribunales mexicanos deslindar, poner en claro y terminar la serie de cuestiones que traen aparejadas esas cosas. Mas con mucho sentimiento le digo que no me es posible recomendar en forma alguna las pretensiones de usted, pues soy el jefe del poder ejecutivo y no del judicial. Sólo que los tribunales demoraran o torcieran la justicia, podría hacer una excitativa, usando de mis facultades constitucionales. . . . .En cuanto a esa gran suma que usted se sirve ofrecerme, ignoro el título con que la pudiera aceptar. Si es en pago de posibles servicios, ni los he prestado, ni aun habiéndolos prestado debería usted recompensarme el país me da una retribución que me sirve para mis necesidades y con ella me basta, si es como obsequio o regalo, tampoco la podría recibir, pues ni el afecto, ni la amistad, ni título ninguna la autorizan a usted para ello. . . Y se puso en pie dando por terminada la entrevista.
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