La atención que reciben los menores que infringen la ley en nuestro país, se remonta a los pueblos prehispánicos, en los que existía una verdadera estructura social y jurídica que proveía el sustento de los menores que quedaban huérfanos. Cada niño o niña al nacer era dedicado por el sacerdote Tonalpohuiqui a una actividad definida, basada en el libro de los destinos y para la cual e le preparaba desde la niñez. Los hermanos y hermanas de los padres tenían la obligación de vigilar que así fuera, y a falta de estos, los vecinos de cada pueblo tomaban el cargo de ver por los menores desvalidos. En algunos pueblos de la zona zapoteca, perdura la costumbre de llamar "tíos" a todos los adultos del pueblo.
El destino estaba predeterminado y era imposible e evitar en un ambiente religioso en extremo y de una rigidez moral, las leyes castigaban con la pena de muerte a casi toda infracción al orden establecido. Pena de muerte al alchólico, al ladrón, al asesino,etc. "pero tambien se podía ser infractor por haber nacido en determinada fecha" como ocurría en el día cecalli (una casa) en que se consideraba a la persona nacida ese día con toda clase de características negativas..........continuará
La Educación
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