miércoles, 30 de julio de 2014

Quien destruyó el Imperio Romano



Es muy cierto que el lenguaje de la razón puede prestarse para las medidas más abominables. Pero veamos que pensáis hacer ahora con respecto al clero: una institución que solo en un aspecto depende del Estado y que compete a un poder espiritual cuyo sitial está mas allá de vuestro alcance. No conozco os lo confieso, nada más peligroso para vuestro poder que esa potencia que habla en nombre del cielo y cuyas raíces se hayan dispersas por toda la faz de la tierra: no olvidéis que la practica cristiana  es una prédica de libertad: las leyes Estatales han establecido, no lo dudo, una profunda demarcación  entre la autoridad religiosa y la autoridad política; la prédica de los ministros  del culto sólo se hará oír, no lo dudo, en nombre del Evangelio; sin embargo, el divino espiritualismo que de ella emana constituye, para el materialismo político, el verdadero escollo. Es este libro tan humilde, tan dulce,el que,por sí sólo, ha destruido el imperio romano, y junto con él el cesarismo y su poderío. Las naciones sinceramente cristianas siempre se salvarán del despotismo, porque la fe de Cristo eleva la dignidad del hombre a alturas inalcanzables para el despotismo, porque desarrolla fuerzas morales, sobre las que el poder humano no tiene dominio alguno. Cuidaos del sacerdote , que no depende sino de Dios y cuya influencia se hace sentir por doquier, en el santuario, en la familia, en la escuela. Montesquieu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario