Todavía se encuentran en nuestro idioma vestigios del pasado. Todavía decimos "Es de mala suerte" "Es su destino", Esta suerte, este destino, es precisamente la cosa "invisible" que atemorizaba tanto al hombre primitivo. La palabra"suerte" existe todavía en nuestro idioma. Pero podemos prever ya el día en que habrá desaparecido.
El agricultor siembra sus campos con un sentimiento de seguridad constantemente mayor. Sabe que de él depende que haya cosecha o que no la haya. Dispone de máquinas que hacen fértil una tierra estéril, y de ciencia la que ayuda a dirigir el crecimiento de sus plantas.
Con intrepidez cada vez mayor se hace a la mar el marinero. Puede ver la arena en el fondo del agua y sabe de antemano cuándo se va a producir una tormenta.
La ignorancia engendra el miedo. El conocimiento es fuerza.
Mientras la gente no conocía las leyes de la naturaleza y no podía dirigir las fuerzas de ésta, se sentía esclava de la naturaleza, esclava de algún poder invisible.Pero cuando tuvo conocimiento de las leyes de la naturaleza y de su propia vida comenzó a ser dueña de su destino y a libertarse.Pag. 225 Como el hombre llegó a ser gigante.Autor M. Ilin y E.. Segal.
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