Ha dicho Conrad, que "todo hombre percibe delante de sí una línea de sombra, que cruza con escalofríos al pensar que las encantadas regiones de la juventud quedan para siempre a su espalda".
Esa línea se percibe desde los cincuenta años, queridos amigos, que es la edad de los nunca, nunca me cansaba traer leña, nunca me cansaba traer agua y ahora. Es la edad en que afloran las enfermedades en el caso de algúnos jóvenes que derrochan su vida y que son afectos a las bebidas embriagantes en exceso, algún día el alcohol les cobrará la factura, es cuando en esta edad de los nunca empiezan a tener problemas con las enfermedades de diversa índole.. De ahí el dicho de "todo lo bueno y lo malo en exceso es perjudicial." Luego entonces se hace necesario que lleven una vida metódica. La vejez está constituída por los cabellos blancos, cara con arrugas, producto de las preocupaciones, consecuentemente experimenta el debiltamiento de las fuerzas físicas, etc., la persona en algúnos casos se acompleja, se sugestiona y va perdiendo ese vigor que sostenía de jóven, pero el mal verdadero de la vejez no es este debiltamiento, sino la indiferencia del alma, es cuando empieza a percibir la línea oscura, misma que existe, lo que pasa que uno entonces la traspasa.